Foto de Elbita Vásquez Vargas
A mi compadre Roger Elizalde Bravo,
un bravo de la canción criolla, siempre en el recuerdo.
Cuando se habla de la música criolla en la ciudad de Lima no se pueden
soslayar los callejones y caserones donde los vates dieron vida o
ensayaron, muchas veces en mentados
contrapuntos, las composiciones con las que engalanaban las siempre
húmedas noches limeñas.
Monserrate, el Rímac, La Victoria, Barrios
Altos, el Callao...fueron los humildes barrios donde las jaranas de
rompe y raja encumbraban a tal o cual callejón o caserón, a tal o cual
compositor. Pese a los años y a los desengaños, algunos de esos
ambientes criollos siguen todavía en pie, como el llamado Callejón de
las columnas, en el otrora jirón Lima - hoy Conde de Superunda- a una
cuadra de la Plaza Mayor de Lima.
Bien dice la canción de Elsiario Rueda Pinto, que en la voz de Los Troveros Criollos allá por la mitad de los años 50, no dejaba de ser entonada, una y otra vez, en los trajinados vecindarios limeños:
Callejón, donde fue tu dulce hogar/ callejón, no lo puedes olvidar/callejón, donde tu vidas has pasado/no lo dejes olvidado por una hermosa mansión/
Recuerda que sus paredes,hoy por la humedad roídas/por el tiempo envejecidas,son de Lima tradición/recuerda que entre sus muros, se han forjado mil poemas/ que brotaron por limeñas,nacidas en callejón/
Bien dice la canción de Elsiario Rueda Pinto, que en la voz de Los Troveros Criollos allá por la mitad de los años 50, no dejaba de ser entonada, una y otra vez, en los trajinados vecindarios limeños:
Callejón, donde fue tu dulce hogar/ callejón, no lo puedes olvidar/callejón, donde tu vidas has pasado/no lo dejes olvidado por una hermosa mansión/
Recuerda que sus paredes,hoy por la humedad roídas/por el tiempo envejecidas,son de Lima tradición/recuerda que entre sus muros, se han forjado mil poemas/ que brotaron por limeñas,nacidas en callejón/
Lima, 31 de octubre de 2013
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