A gritos el pueblo pide ¡que se vayan!
La administración Humala está afrontando su primera gran crisis como producto de la ineptitud de sus ministros. No es una crisis en las alturas, como efecto de contradicciones en el seno del gabinete, como la que epilogó con la salida de Lerner; esta vez es una crisis de gestión, de gobierno, que afecta la credibilidad del régimen.
Lo ocurrido en la selva del Cusco es un desastre. Los propios zorros viejos del parlamento que ante los sucesos de Madre de Dios corrieron a palacio para darle su respaldo al gobierno, en esta oportunidad son los que están atizando la censura de los ministros involucrados en el desastre, quieren pescar a río revuelto tomando distancia ahora del gobierno en problemas.
Es que ante una crisis como la que vive la administración Humala solamente hay una salida: la expectoración de los ministros de Defensa e Interior, e incluso la del premier, como responsable de la gestión de ambos. Cuanto más demore el presidente Ollanta en anunciar el cese de esos señores su credibilidad seguirá disminuyendo.
Nada gana el presidente y su administración empujando comunicados de respaldo como el que hoy aparece en la página 21 del diario La República. El pueblo pide las cabezas de los responsables de la tragedia en la selva del Cusco, que se vayan a sus casas, ¡a criar patos, por ineptos!
Lima, 04 de mayo de 2012
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