La columna vertebral de la lucha contra la corrupción en el país,
han sido las masas populares indignadas, asqueadas de la podredumbre, volcadas a
las calles y plazas. El presidente Vizcarra acertó, en su precariedad
gubernamental inicial, en subirse a la ola de la insurgencia. Sus bonos
se elevaron considerablemente.
Se ha llegado, sin embargo a un
punto crucial en esa lucha. El suicidio de García y la detención de PPK
ha empujado a la derecha corrupta y a sus operadores políticos a
intentar, por enésima vez, tirarse abajo los logros de la investigación
contra la corrupción, que están llevando a prisión a los peces gordos de
la misma, comprometidos en los enjuagues mafiosos de Odebrecht.
Así, se han lanzado con todo contra los fiscales y jueces
anticorrupción, contra el periodismo de investigación - incluyendo amenazas de muerte- comprometido desde
un inicio en la cruzada de saneamiento moral, buscando al mismo tiempo
demoler el tinglado normativo en cuya aplicación se ha encarcelado a los
cutreros de todas las categorías.
Esa normatividad para la
detención preliminar y preventiva, está vigente desde el año 2004, como
bien lo precisó ayer el Ministerio Público y es aplicable no solamente
para los casos de corrupción, lavado de activos y crimen organizado en
los que están involucrados los políticos cutreros. También son los
raseros legales con los que se mide el sicariato, la violación, el
feminicidio...
Mientras los peces gordos de la corrupción se
movían a sus anchas, jactándose de su poder para evadir la justicia, no
pasó nada. Pero fue suficiente que un puñado de fiscales y jueces
jóvenes les pusieran la puntería, atreviéndose incluso a mandarlos a la
cárcel - en uso justamente del Código Procesal Penal vigente- para que
comenzaran a mover cielo y tierra para detener la limpieza.
A la
derecha corrupta se le va la vida en esa pelea. Por eso es que están a
su servicio los abogados más calificados del país, mientras política e
ideológicamente les da cuerda a sus peones de siempre, para que con
redobladas fuerzas, muevan el avispero. El sucidio de García y la
detención de PPK les ha caido como pedrada en ojo de tuerto para
"sensibilizar" a la ciudadanía sobre los supuestos abusos y excesos de
jueces y fiscales.
Lo curioso de todo esto es que el propio
presidente Vizcarra, que le metió fuelle al combate contra la
corrupción, haya sido arrastrado a los esfuerzos de esa derecha. Sus
recientes declaraciones sobre el accionar de los jueces y fiscales
anticorrupción, como las del mismo premier, abren un conjunto de
interrogantes.
¿Y las masas combativas que fueron capaces de
paralizar las movidas mafiosas del establo congresal o del ex fiscal de
la Nación que de un solo tajo quiso cortales la cabeza a los fiscales
Vera y Pérez?
Lamentablemente esas masas están hoy ausentes. Su
inactividad - hay que decirlo con todas sus letras- está contribuyendo a
que la derecha cutrera recobre fuerzas y piense que hoy si puede ganar
la partida. ¿Donde están las vanguardias políticas, cívicas,culturales,
estudiantiles, artísticas, que dinamizaron las grandes jornadas
anticorrupción de hace algunos meses?
Es evidente que la falta de
politización de esas masas ciudadanas complota contra su desempeño
sostenido, sistemático y unitario. A esa derecha lumpenesca y mafiosa no
se le puede dar ningún espacio, ningún respiro, ninguna concesión.El
futuro del país, de nuestros sueños libertarios cara al bicentenario,
pasa hoy por derrotar política e ideológicamente a quienes están
haciendo del país un chiquero. Caiga quien caiga, asumamos esa
responsabilidad.
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