martes, 23 de abril de 2019

¿DONDE ESTÁN LAS MASAS?


La columna vertebral de la lucha contra la corrupción en el país, han sido las masas populares indignadas, asqueadas de la podredumbre, volcadas a las calles y plazas. El presidente Vizcarra acertó, en su precariedad gubernamental inicial, en subirse a la ola de la insurgencia. Sus bonos se elevaron considerablemente.

Se ha llegado, sin embargo a un punto crucial en esa lucha. El suicidio de García y la detención de PPK ha empujado a la derecha corrupta y a sus operadores políticos a intentar, por enésima vez, tirarse abajo los logros de la investigación contra la corrupción, que están llevando a prisión a los peces gordos de la misma, comprometidos en los enjuagues mafiosos de Odebrecht.

Así, se han lanzado con todo contra los fiscales y jueces anticorrupción, contra el periodismo de investigación - incluyendo amenazas de muerte-  comprometido desde un inicio en la cruzada de saneamiento moral,  buscando al mismo tiempo demoler el tinglado normativo en cuya aplicación se ha encarcelado a los cutreros de todas las categorías.

Esa normatividad para la detención preliminar y preventiva, está vigente desde el año 2004, como bien lo precisó ayer el Ministerio Público y es aplicable no solamente para los casos de corrupción, lavado de activos y crimen organizado en los que están involucrados los políticos cutreros. También son los raseros legales con los que se mide el sicariato, la violación, el feminicidio...

Mientras los peces gordos de la corrupción se movían a sus anchas, jactándose de su poder para evadir la justicia, no pasó nada. Pero fue suficiente que un puñado de fiscales y jueces jóvenes les pusieran la puntería, atreviéndose incluso a mandarlos a la cárcel - en uso justamente del Código Procesal Penal vigente- para que comenzaran a mover cielo y tierra para detener la limpieza. 

A la derecha corrupta se le va la vida en esa pelea. Por eso es que están a su servicio los abogados más calificados del país, mientras política e ideológicamente les da cuerda a sus peones de siempre, para que con redobladas fuerzas, muevan el avispero. El sucidio de García y la detención de PPK les ha caido como pedrada en ojo de tuerto para "sensibilizar" a la ciudadanía sobre los supuestos abusos y excesos de jueces y fiscales. 

Lo curioso de todo esto es que el propio presidente Vizcarra, que le metió fuelle al combate contra la corrupción, haya sido arrastrado a los esfuerzos de esa derecha. Sus recientes declaraciones sobre el accionar de los jueces y fiscales anticorrupción, como las del mismo premier, abren un conjunto de interrogantes.

¿Y las masas combativas que fueron capaces de paralizar las movidas mafiosas del establo congresal o del ex fiscal de la Nación que de un solo tajo quiso cortales la cabeza a los fiscales Vera y Pérez?
Lamentablemente esas masas están hoy ausentes. Su inactividad - hay que decirlo con todas sus letras- está contribuyendo a que la derecha cutrera recobre fuerzas y piense que hoy si puede ganar la partida. ¿Donde están las vanguardias políticas, cívicas,culturales, estudiantiles, artísticas, que dinamizaron las grandes jornadas anticorrupción de hace algunos meses?

Es evidente que la falta de politización de esas masas ciudadanas complota contra su desempeño sostenido, sistemático y unitario. A esa derecha lumpenesca y mafiosa no se le puede dar ningún espacio, ningún respiro, ninguna concesión.El futuro del país, de nuestros sueños libertarios cara al bicentenario, pasa hoy por derrotar política e ideológicamente a quienes están haciendo del país un chiquero. Caiga quien caiga, asumamos esa responsabilidad.

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