¡échale caliche al chancho!
ALBERTO MOSQUERA MOQUILLAZA, del cuartel primero de Lima, escribe y comenta sobre cultura y vida...
jueves, 20 de enero de 2022
CLIMA DE VIOLENCIA
jueves, 16 de diciembre de 2021
QUINTACOLUMNISTAS
En los primeros meses de expansión de la pandemia del coronavirus en el Perú, no fueron pocos los que entendieron que estábamos afrontando una verdadera guerra. No veíamos al enemigo, pero éste, desde las sombras, sembraba dolor y muerte en nuestras filas. Más de 200 mil hombres y mujeres de todas las edades han caido en esos combates por la vida y la salud.
A diferencia de esas circunstancias iniciales, hoy conocemos más a nuestro letal adversario, e incluso estamos mejor parados que entonces. La vacunación anunciada de niños entre los 5 y 11 años a partir del próximo enero, luego de haberse vacunado exitosamente a más del 70% de la población objetivo, nos revelan que vamos bien, pero que podríamos estar mejor.
¿Y porque no estamos mejor?
Porque conforme los vacunadores han avanzado, adecuadamente pertrechados con las vacunas contra la Covid19, se han encontrado con poblaciones que se muestran renuentes a aceptar los antídotos. Ayer nada más, los responsables de la campaña sanitaria en las serranías de Piura manifestaban su alarma por una contracampaña negacionista que se orienta a bloquear la vacunación, y que ha logrado que los alcances de la misma en esos lugares sea limitada.
Lo mismo está ocurriendo en la Amazonía, donde incluso un médico, ex congresista por añadidura, fue sorprendido mientras vociferaba pestes contra las vacunas y la vacunación, llamando a los pobladores a no dejarse vacunar.
Si aceptamos la idea de que afrontamos una guerra a muerte contra la Covid19, es indudable que hay que desenmascarar y neutralizar a esos quintacolumnistas, que desde la filas ciudadanas complotan contra la defensa de la vida y la salud de los pueblos del Perú.
Esos quintacolumnistas, abiertos o embozados, apelan a la sinrazón para sembrar el terror en nuestras filas, además de convocarnos a hacer caso omiso de las restricciones que el gobierno ha decretado para multiplicar el número de vacunados. Ante estos antivacuna, que como vemos se han constituido en una amenaza real contra la salud pública, hay que ser firmes, no hay que concederles ni un milímetro de espacio, ni darles tregua alguna.
Ahora bien, contra la sinrazón, el oscurantismo y la ignorancia, de la que esos sectores hacen gala, hay que esgrimir el pensamiento científico y los avances tecnológicos, que a nivel mundial han neutralizado lo que por momentos fue un avance arrollador de la peste; que en el mismo Perú, sin caer en triunfalismos, explican la contención al coronavirus.
En el seno de las masas, hay que escuelear, explicar, persuadir, usando todos los medios masivos de comunicación, los tradicionales y los modernos, empleando los diferentes idiomas que maneja la ciudadanía del Perú de todas las sangres.
En estas campañas, los líderes de nuestros pueblos están jugando un papel excepcional, hay que seguir apoyándose en ellos. Los apus de las comunidades amazónicas, los dirigentes de las comunidades campesinas, o los líderes de las organizaciones sindicales y populares sea cual sea su naturaleza, son las bisagras naturales que nos vinculan con la población objetivo que debe vacunarse.
Asimismo, en este terreno, hay que deslindar, de un lado con el nefasto papel que está cumpliendo el golpismo ultraderechista, que poniendo por delante sus intereses mezquinos de deslegitimar al gobierno del presidente Castillo, se orienta a desbaratar el plan de restricciones de emergencia sanitaria decretado últimamente, que ha permitido multiplicar la vacunación en Lima y provincias.
De la misma manera, se tiene que sacar al fresco el comportamiento erróneo de Perú Libre, que merced a una lectura libresca de la situación política, y pretendiendo desmerecer el trabajo sanitario de los llamados caviares, a los que les han puesto la puntería, le ponen zancadillas a la labor del Minsa.
Como se sabe, desde el congreso ambas fuerzas quieren, mediante leguleyadas, traerse abajo las restricciones que exitosamente se están aplicando. Dichas fuerzas, cada cual desde sus respectivas trincheras ideológicas, soslayan que estamos en una situación de emergencia, excepcional, ante la cual hay que privilegiar el bien común, el interés del conjunto.
Que quede en claro. Una persona, hombre o mujer, tiene derecho a no vacunarse, pero a lo que no tiene derecho, sabiendo que potencialmente puede ser un vector de la peste, es a contagiar a los demás, sean sus familiares, amigos, vecinos, o simplemente anónimos ciudadanos con los que se puede coincidir en algún centro comercial.
Finalmente, la inminente vacunación de los niños, nos obliga a acrecentar esos esfuerzos esclarecedores. Millones de ellos, de acuerdo a lo programado por el gobierno, se aprestan a volver a clases después de dos años terribles, que los ha afectado educativa y socialmente, como también en el plano de la salud mental No hay que permitir que los quintacolumnistas frustren el regreso a las aulas de esos niños y adolescentes que ya perdieron bastante. Que vuelvan a sus escuelas y colegios a retomar el camino de su desarrollo con la seguridad de estar protegidos ante cualquier contingencia sanitaria.
Puente Piedra, 16 de diciembre de 2021
lunes, 13 de diciembre de 2021
QUE NO NOS JODAN
jueves, 9 de diciembre de 2021
SALVADO POR LA CAMPANA
Hablando en términos pugilísticos, al presidente Castillo lo salvó la campana. Cuando todo indicaba que estaba al borde del nocaut, sus movidas políticas de último momento, y los propios errores del golpismo ultraderechista, le permiten seguir en la pelea, pero seriamente magullado y advertido.
O cambia, o se va, le han dicho los propios dirigentes de los partidos cuyas bancadas congresales, con sus 76 votos -contra los 46 de los golpistas- le salvaron el cuello en el último pleno congresal.
Cambiar es la voz, nadie lo duda. Pero las interrogantes que fluyen son: ¿en qué cambia el presidente? Y, ¿hacia donde cambia su gestión ? Partidos como el de Acuña, la tienen clara. Lo acaba de manifestar el propio Acuña: el gobierno, sostiene, tiene que olvidarse, por ejemplo, de su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
No ha soltado más prenda, pero con lo revelado ya es suficiente para darse una idea de hacia dónde quiere que Castillo enrumbe el barco. El dueño de la Vallejo aspira a que el presidente Castillo siga navegando en las aguas de lo establecido, de la quietud del statu quo. En otras palabras, el mandatario debe olvidarse de sus reformas electoralmente prometidas. Para un hombre como Acuña, acostumbrado a los chalaneos y traiciones de la política criolla, esos giros no constituyen problema alguno.
¿Y con qué gente debe rodearse el presidente en la cabina de mano? Todos saben que uno de los talones de Aquiles del maestro chotano es su poco cuidado en la selección de sus hombres de confianza. Ha preferido al cuadro del partido que lo postuló como candidato presidencial, al paisano, al amigo, al familiar, al maestro antisutep…
Pues bien. Uno de los dirigentes de Acción Popular que tuvo un tete a tete con el presidente antes de la votación del pasado martes, ha sido claro. Le ha mostrado el abanico de posibilidades que existen en el mundo empresarial, académico, profesional, etcétera para escoger adecuadamente a los técnicos que necesita su gestión.
No hay que tener 5 dedos de frente para entender que esos técnicos no se mueven en el marco de las mismas coordenadas ideológicas y políticas del presidente Castillo, al contrario. Son hombres del sistema, les interesa la eficiencia, el pragmatismo, las cifras macroeconómicas en azul y nada más. Es decir, están impregnados del mismo espíritu de los tecnócratas neoliberales que desde los años 90 han tomado el Estado por asalto.
Ahora bien, Perú Libre, cuya bancada coqueteó con la vacancia presidencial, pero que finalmente se alineó con el maestro y rondero, tiene también su visión de cambio para la presente coyuntura. En términos puntuales: si Castillo se convirtió en un apóstata al alejarse del ideario y de las propuestas de campaña, pues es hora de que vuelva al redil. Nada de lo que ellos llaman derechización del régimen y alianzas con los caviares debe quedar en pie. El partido debe volver al gobierno.
Formalmente, la pelota está en la cancha del presidente Castillo. Realmente no es así, en tanto que la palabra de los pueblos del Perú, los grandes protagonistas de la historia, no ha sido todavía escuchada con fuerza en la presente situación política.
La ultraderecha ha pretendido movilizarla y utilizarla para sus fines sediciosos. Pero, como siempre ha ocurrido, la derecha lo que ha buscado son clientelas, gente desesperada por ganarse unos cuantos soles a cambio de su presencia y sus gritos. Es decir, no ha buscado ciudadanos.
Desde las canteras de la izquierda la presencia de gremios y colectivos de ciudadanos en contra del golpismo, así como las opiniones de intelectuales y personalidades democráticas, demostraron, una vez más, las fortalezas de sectores sociales que a pesar de mostrar desencanto con el gobierno del maestro Castillo, salieron a calles y plazas a defender su elección, el voto ciudadano, al mismo tiempo que le cerraban el paso a los conspiradores.
Pese a ello, si se es consciente que la ultraderecha golpista, derrotada el martes pasado, volverá a intentar vacar al presidente Castillo, quizá sumando más votos, es evidente que no hay que sentirse satisfechos con las movilizaciones populares últimas con todo lo importante que hayan sido.
Lo que queremos decir es los pueblos tienen que ponerse el alma en esta lucha democrática contra los sediciosos. La amenaza del fascismo no es una fantasía. Las avanzadillas reaccionarias de prontuariados y ex militares han ganado presencia en las calles; mientras los partidos golpistas a los que sirven afinan sus relaciones con la internacional fascista que se va vertebrando en esta parte del mundo.
En ese contexto, dándole el rostro a los intereses de esos pueblos, a sus aspiraciones, dramas y sueños, el presidente Castillo tiene la obligación de mejorar su gestión, dotándola de las herramientas modernas de gobernanza, y de un norte político claramente definido.
Finalmente, sin renunciar a su vocación de transformación como quiere la derecha, ni de hacerles concesiones al infantilismo izquierdista, el profesor chotano tiene que perfilarse como el gran líder de las jornadas que se orienten a sentar las bases de un nuevo país. El profesor Castillo ha entrado a la historia por la puerta grande, que no lo arrojen de ella por la puerta falsa.
Puente Piedra, 09 de diciembre de 2021
jueves, 2 de diciembre de 2021
EL APÓSTATA